8/3/11

8 DE MARZO: DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER


Un año más celebramos el día internacional de la mujer, ese día para conmemorar la lucha de tantas mujeres y no olvidar la transición hacia la igualdad en la que estamos inmersos.
Releyendo mi entrada del año anterior sobre el mismo tema, creo que podría valer para el actual, lo cual quiere decir que poco hemos avanzado en el camino, pero que la evolución es constante. Este año, marcado por la crisis, ha dejado a muchas mujeres en el paro y  a otras tantas en mitad del camino a causa de la violencia de género.
Pero hoy, en una fecha tan señalada y más propicia para celebrar que para apenarse, me gustaría hablar del movimiento feminista. Sobre el feminismo se ha hablado mucho y en ocasiones muy mal, desde aquellos que lo consideran un movimiento radical que propugna la superioridad de la mujer hasta los que creen que la discriminación positiva no es sino un obstáculo en el camino hacia la verdadera igualdad.
Es un tema espinoso, más cuando no podemos negar que aún quedan residuos del patriarcado en nuestra sociedad actual. Como distinción inicial es importante recordar que una cosa es el hembrismo y otra el feminismo, el primero aboga por la superioridad de la mujer mientras que el segundo persigue la igualdad real y efectiva. Sin embargo son términos que suelen confundirse a menudo, calificando todo manifestación feminista como muestra de hembrismo, lo cuál a mi juicio es muy desafortunado. Es esa confusión la que lleva a mirar el feminismo como una muestra de radicalidad, como si una mujer que expresa su deseo de tener los mismos derechos que el hombre y el mismo papel social fuera una persona irracional. Confusión llevada al extremo cuando algunos individuos tachan de lesbianas a las feministas, algo bastante frecuente en los sectores pepitas -de derechas, vaya-. También es frecuente el decir que las feministas son mujeres que desprecian a los hombres, que los maltratan y acusan de machistas; lo cuál tampoco creo que sea cierto y muestra de nuevo ese borde poco delineado entre el feminismo y el hembrismo.
No contentos con las descalificaciones personales, ello se extiende a las instituciones que realizan labores para lograr esa efectiva igualdad, como es el caso del Instituto Andaluz de la Mujer, del que he llegado a escuchar y leer que se subvenciona a una institución para manipular a la gente, que es dinero tirado, y un largo etc. Conozco el IAM porque he tenido que hacer este año un trabajo sobre el mismo, y lo cierto es que la labor que realizan es amplía y útil, alejada de esa estética de radicalidad y de universo donde los hombres son personas "non gratas".
Los hay también que dicen que fechas como estas son innecesarias, que esto del machismo, la represión y la desigualdad de la mujer no existe, que era en otros tiempos. Argumento que se desmonta sólo con mirar un poco la sociedad en la que vivimos, en la que muchas mujeres cobran menos, son asesinadas por sus parejas o sufren cualquier tipo de discriminación por el mero hecho de ser mujeres. Es obvio que la situación de la mujer no es la de hace 40 años, pero también que no es la que debería ser en una sociedad que se dice democrática e igualitaria.
Pero también hay personas que consideran que esa desigualdad existe, y que las medidas de discriminación positiva que se llevan a cabo no hacen sino ahondar más en la desigualdad. La discriminación positiva es la que ha logrado que personas con deficiencias puedan tener una mínima oportunidad de ser independientes laboralmente y en otros aspectos de su vida, ¿por qué no podría funcionar con las mujeres?. En todo caso son medidas que crisparán a aquellos que no sean partidarios de esa igualdad, o que crean (a mi juicio erróneamente) que son los hombres quienes se están viendo discriminados. El único punto en el que veo equiparación en la desiguadad -que no en la igualdad- es en el caso de la publicidad, donde para que no pueda decirse que la mujer es un objeto sexual se convierte al hombre igualmente en un objeto.
El camino de la igualdad ni es fácil ni se recorre en un instante, ojalá algun día podamos decir que un hombre es igual a una mujer y viceversa. Sin crispaciones ni insultos. Que nacer hombre o mujer no suponga ningún obstáculo para desempeñar un papel en la sociedad.




No podía elegir mejor día para volver a retomar la actividad en el blog.