4/12/11

La vida es tránsito



La vida es tránsito,
espíritu indeleble que se pierde por las calles,
tú, yo y el sinsentido.

Miradas vacías en mentes confusas.
Universo infinito de indiferencias.
Hoy todo me sabe a nada. 

Alma de delirios racionales.
Vivir sin saber qué sentir.
Nacimos para observar el mundo, no para entenderlo.

Nacimos para transitar,
y moriremos en el abismo...


Poema Lia y Ann.
 




1/12/11

Sobre el 15-M (I)


El 15 de mayo de 2011, tras semanas de difusión por la red, salían a las calles de nuestras ciudades miles de personas, unidas bajo un mismo lema: No somos mercancía en manos de políticos y banqueros. Una manifestación, que a diferencia de otras tantas, surgía de una manera casi espontánea, sin colectivos políticos o sindicales a sus espaldas; pero que sobre todo agrupaba a una gran cantidad de sectores sociales. Esas dos notas, que la distinguían de cualquier movilización anterior, han tenido a lo largo del desarrollo del movimiento sus pros y sus contras.

Respecto al carácter espontáneo, he de decir que discrepo de ello, aunque para fundamentar mi opinión tenga que abrazarme a argumentos casi conspiranoicos. Lo cierto es que la movilización partió de Democracia Real Ya, un colectivo que hasta entonces nadie conocía y cuyos integrantes era asimismo desconocidos. En mi ciudad Granada, he llegado a conocer a pocos integrantes del mismo, pero lo cierto es que hasta que se inició este camino eran personas que nunca habían aparecido en una manifestación, que nunca habían tenido contacto con movimientos asamblearios o sociales. Ello, quieras que no, siembra dudas. Las siembra porque en una ciudad tan socialmente activa como la mia los integrantes de los diversos movimientos nos conocemos entre nosotros, sabemos por donde nos movemos; pero sobre todo sabemos lo difícil que resulta movilizar a la gente, más a miles de personas. Recuerdo que en el entorno de los colectivos todos esperábamos el día 15 con cierta inquietud, no sabíamos si acudir o no, no sabíamos de quién partía la propuesta ni cuantas personas la secundarían, y mucho menos podíamos valorar el alcance mediático que tendría. Al día siguiente comenzaron a surgir las dudas sobre DRY, ¿cómo movilizan a miles de personas desde internet en poco más de dos meses? ¿cómo subvencionan todas las camisetas, pancartas, pegatinas y carteles? A estos interrogantes se le pueden dar varias respuestas, puede explicarse si tenemos en cuenta que es el primer movimiento que surge con la idea de aglutinar, sin distanciamientos ideológicos y con unas consignas racionales concordantes con el momento político que se vivía. Eso puede explicar la afluencia de gente, el interés que despertó la movilización. Sin embargo, teorías más conspiranoicas (que no por ello deben de ser falsas, puesto que vivimos en una realidad donde la verdad se esconde bien al fondo) apuntan a que DRY surgió por iniciativa del PSOE, como un modo de sacar a la gente a la calle, que calmaran sus ánimos, que se desahogaran, para que cuando llegara el momento de las elecciones no hubiera tensiones y las personas volvieran a depositar sus esperanzas en dicho partido. No puedo demostrar ninguna de las teorías, que cada cuál medite sobre ello, pero personalmente apuesto más por la segunda, sobre todo por hechos acontecidos después.

Esos hechos a los que me refiero son dos. El primero es algo poco serio a primera vista, pero que puede dar indicios sobre la naturaleza de DRY. Cuando se organizó la movilización de octubre, ya por las acampadas y como tal movimiento 15-M y no DRY, los carteles diseñados por la acampada de Granada desaparecían de las calles, y justo en su lugar a aparecían carteles de la misma movilización pero convocada por DRY con su propio diseño. En Granada, DRY no estuvo de acuerdo con el lema adoptado por la asamblea y prefirió usar uno propio, ¿esta es la unidad de la que hablamos? El segundo hecho fue claramente, y lo sigue siendo, lo que mostró la naturaleza de DRY, el día 16 en Madrid varias personas decidieron acampar, siendo desalojadas por la policía, como reacción a ello en pocos días las acampadas se extendieron por el resto del país. Ante esto, DRY (hablo de Granada) no se sumó a la acampada, ni tampoco le dio su apoyo, se mantuvo al margen del movimiento 15-M, aunque poco a poco han ido acercándose al mismo. 

Las acampadas marcaron el inicio del verdadero movimiento 15-M, que ahora sí fue espontáneo, y que pasó de ser una mera manifestación a convertirse en un futuro espacio de lucha. Se abrió un resquicio de esperanza en mitad del negro panorama presente y venidero, comenzando a construirse el movimiento. Su primera etapa  estuvo marcada por la reflexión y los debates, en definitiva la educación social de sus integrantes, que en su mayoría hasta aquel entonces poco o ningún contacto habían tenido con movimientos asamblearios. Durante esta etapa el 15-M estuvo respaldado por una importante parte de la sociedad, que se identificaba con los lemas y reivindicaciones que se hacían; incluso se convirtió en un fenómeno mediático y de masas. Había personas que se acercaban a las asambleas por el mero hecho de curiosear, por pasarse un rato; pero también había personas comprometidas con la causa, que creían que aquella lucha era el camino para lograr un cambio. Tampoco puede obviarse que había personas que no compartían el espíritu del 15-M y lo desacreditaban, alegando que no sabían lo que querían o que eran reivindicaciones justas pero que no llegarían a lograrse. Bueno, entiendo ese tipo de posturas, pero pueden caer con argumentos muy simples, la chispa detonante del movimiento todavía debía de encauzarse mediante debates y trabajo continuo, las reivindicaciones claras y consensuadas no surgen de la noche a la mañana. Respecto a la imposibilidad de lograr un cambio, siempre he creído que el problema no es que no podamos cambiar las cosas, sino que nos han hecho creer que no pueden cambiarse, y eso es poco menos que reafirmar que en efecto no somos dueños de nuestra vida ni de nuestro porvenir.

Quizá la crítica más dura que pueda hacer del movimiento, en el que yo también estoy implicada, sea el carácter de la chispa detonante que le dio lugar. Se habla de malestar, de indignación y yo siempre he hablado de pérdida de privilegios y comodidades. Para parte de algunos sectores sociales, los más implicados en las diversas luchas, el 15-M se concebía como lo que llevaba mucho tiempo soñándose, el horizonte de un verdadero cambio. Sin embargo, para mi gusto, gran parte de la gente implicada en el 15-M no tenía una motivación plural sino particular; es decir, si se estaban moviendo eran porque veían como su calidad de vida estaba empeorando, como ya no podían aspirar a tener aquello que deseaban y que antes podían tener. Preocuparse por el propio futuro no es algo malo, pero la base de un movimiento social nunca puede ser el yo sino el nosotros. Esa inicial diferencia ha seguido arrastrándose hasta el momento actúal, donde dentro del 15-M hay una clara vertiente que quiere depurar el sistema y otra que lo que quiere es construir uno nuevo. Siento así la bases de lo que trataré en otra entrada, que ésta ya se está extendiendo demasiado.