18/1/12

El dogmatismo ideológico.





Un dogma puede ser definido como una doctrina sostenida por una organización de autoridad y que no admite réplica, usualmente se asocia al ámbito religioso. Sin embargo, puede extenderse a otros ámbitos como el político.

Caer en el dogmatismo es uno de los riesgos de aferrarse a una determinada ideología política, situación que en la práctica es bastante usual. Conforme vamos desarrollando nuestra inquietud por el mundo político comenzamos a observar las distintas tendecias políticas existentes, y el final de ese camino está marcado por el decantamiento por una u otra opción. El camino a la conformación de una identidad ideológica propia está marcado indudablemente por la reflexión y la crítica, o al menos así debería serlo. Pero ese camino no se recorre en un día, sino que se va construyendo día a día en base a lo que vamos conociendo, aprendiendo y observando. 

Por tanto, concibo la construcción de la identidad ideológica como algo cambiante, que ha de evolucionar. Considero que es más importante el proceso en sí de esa construcción, antes que el fin, que es abrazar una determinada opción. Y ello, porque si algo tiene ese camino de construcción, si se lleva a cabo de la forma adecuada, es formarnos en la crítica de la realidad social y en nuestra propia persona. 

El problema se presenta cuando el enfoque de esa construcción se aleja de nosotros, es decir, cuando en lugar de plantearnos si X es un supuesto que conforme a nuestras propias ideas defendemos, pasamos a defender X porque la ideología que hemos abrazado considera que ese supuesto debe ser defendido. Es decir, perdemos nuestra propia identidad es pos de una identidad colectiva. Y llevado al concepto de dogma, no replicamos ese supuesto porque forma parte de la doctrina sostenida por nuestra ideología. Esto a priori es algo irracional, sobre todo si lo llevamos al ámbito de las ideologías de izquierda, donde presuntamente lo que prima es el carácter crítico. Sin embargo, es un fénomeno que suele presentarse, incluso me atrevería a decir que todos hemos caído en algún momento en él.

Ese dogmatismo supone que se confíe en absoluto en una doctrina y que exista una ausencia de reflexión crítica, se acepta incondicionalmente el dogma sin examinarlo. Esas son las consecuencias a priori, pero habrían de examinarse las causas. A mi modo de ver es una tendencia más del borreguismo social, algo casi connatural al ser humano. Mantener una identidad propia en el pleno sentido de la palabra cuando se convive una sociedad que impone la homogeinización en todos sus aspectos, es complicado. Y por otro lado nadie nos educa para la crítica, estamos educados para el conformismo y para la sumisión.

No ha de olvidarse lo más importante: la enseñanza de los dogmas se conoce como adoctrinamiento. De modo que nosotros mismos nos adoctrinamos, coartamos nuestra libertad de pensamiento. Y es algo que sucede de un modo muy sencillo, puesto que usualmente tendemos al hermetismo político: sólo nos relacionamos con personas que comparten nuestras ideas, sólo leemos prensa de nuestro color, y renegamos de todo aquello marcado con la etiqueta del color contrario sin ni siquiera hacer un examen del fondo. Ese hermetismo en las propias ideas lleva al anquilosamiento, no hay una evolución del pensamiento porque no se conoce nada nuevo, y de ahí y sin grandes saltos al dogmatismo. El peligro que entraña ese dogmatismo es obvio, controlar a ese grupo de personas va a ser tan sencillo como colocar a una persona a la cabeza de esa etiqueta ideológica.

Esto me lleva a plantear donde está la barrera entre la propia ideología y la ideología de masas. Hasta qué punto nuestra construcción ideológica depende de nosotros mismos o depende de otros factores. Y matizo que esta es una crítica más a la izquierda que a la derecha.



4/12/11

La vida es tránsito



La vida es tránsito,
espíritu indeleble que se pierde por las calles,
tú, yo y el sinsentido.

Miradas vacías en mentes confusas.
Universo infinito de indiferencias.
Hoy todo me sabe a nada. 

Alma de delirios racionales.
Vivir sin saber qué sentir.
Nacimos para observar el mundo, no para entenderlo.

Nacimos para transitar,
y moriremos en el abismo...


Poema Lia y Ann.
 




1/12/11

Sobre el 15-M (I)


El 15 de mayo de 2011, tras semanas de difusión por la red, salían a las calles de nuestras ciudades miles de personas, unidas bajo un mismo lema: No somos mercancía en manos de políticos y banqueros. Una manifestación, que a diferencia de otras tantas, surgía de una manera casi espontánea, sin colectivos políticos o sindicales a sus espaldas; pero que sobre todo agrupaba a una gran cantidad de sectores sociales. Esas dos notas, que la distinguían de cualquier movilización anterior, han tenido a lo largo del desarrollo del movimiento sus pros y sus contras.

Respecto al carácter espontáneo, he de decir que discrepo de ello, aunque para fundamentar mi opinión tenga que abrazarme a argumentos casi conspiranoicos. Lo cierto es que la movilización partió de Democracia Real Ya, un colectivo que hasta entonces nadie conocía y cuyos integrantes era asimismo desconocidos. En mi ciudad Granada, he llegado a conocer a pocos integrantes del mismo, pero lo cierto es que hasta que se inició este camino eran personas que nunca habían aparecido en una manifestación, que nunca habían tenido contacto con movimientos asamblearios o sociales. Ello, quieras que no, siembra dudas. Las siembra porque en una ciudad tan socialmente activa como la mia los integrantes de los diversos movimientos nos conocemos entre nosotros, sabemos por donde nos movemos; pero sobre todo sabemos lo difícil que resulta movilizar a la gente, más a miles de personas. Recuerdo que en el entorno de los colectivos todos esperábamos el día 15 con cierta inquietud, no sabíamos si acudir o no, no sabíamos de quién partía la propuesta ni cuantas personas la secundarían, y mucho menos podíamos valorar el alcance mediático que tendría. Al día siguiente comenzaron a surgir las dudas sobre DRY, ¿cómo movilizan a miles de personas desde internet en poco más de dos meses? ¿cómo subvencionan todas las camisetas, pancartas, pegatinas y carteles? A estos interrogantes se le pueden dar varias respuestas, puede explicarse si tenemos en cuenta que es el primer movimiento que surge con la idea de aglutinar, sin distanciamientos ideológicos y con unas consignas racionales concordantes con el momento político que se vivía. Eso puede explicar la afluencia de gente, el interés que despertó la movilización. Sin embargo, teorías más conspiranoicas (que no por ello deben de ser falsas, puesto que vivimos en una realidad donde la verdad se esconde bien al fondo) apuntan a que DRY surgió por iniciativa del PSOE, como un modo de sacar a la gente a la calle, que calmaran sus ánimos, que se desahogaran, para que cuando llegara el momento de las elecciones no hubiera tensiones y las personas volvieran a depositar sus esperanzas en dicho partido. No puedo demostrar ninguna de las teorías, que cada cuál medite sobre ello, pero personalmente apuesto más por la segunda, sobre todo por hechos acontecidos después.

Esos hechos a los que me refiero son dos. El primero es algo poco serio a primera vista, pero que puede dar indicios sobre la naturaleza de DRY. Cuando se organizó la movilización de octubre, ya por las acampadas y como tal movimiento 15-M y no DRY, los carteles diseñados por la acampada de Granada desaparecían de las calles, y justo en su lugar a aparecían carteles de la misma movilización pero convocada por DRY con su propio diseño. En Granada, DRY no estuvo de acuerdo con el lema adoptado por la asamblea y prefirió usar uno propio, ¿esta es la unidad de la que hablamos? El segundo hecho fue claramente, y lo sigue siendo, lo que mostró la naturaleza de DRY, el día 16 en Madrid varias personas decidieron acampar, siendo desalojadas por la policía, como reacción a ello en pocos días las acampadas se extendieron por el resto del país. Ante esto, DRY (hablo de Granada) no se sumó a la acampada, ni tampoco le dio su apoyo, se mantuvo al margen del movimiento 15-M, aunque poco a poco han ido acercándose al mismo. 

Las acampadas marcaron el inicio del verdadero movimiento 15-M, que ahora sí fue espontáneo, y que pasó de ser una mera manifestación a convertirse en un futuro espacio de lucha. Se abrió un resquicio de esperanza en mitad del negro panorama presente y venidero, comenzando a construirse el movimiento. Su primera etapa  estuvo marcada por la reflexión y los debates, en definitiva la educación social de sus integrantes, que en su mayoría hasta aquel entonces poco o ningún contacto habían tenido con movimientos asamblearios. Durante esta etapa el 15-M estuvo respaldado por una importante parte de la sociedad, que se identificaba con los lemas y reivindicaciones que se hacían; incluso se convirtió en un fenómeno mediático y de masas. Había personas que se acercaban a las asambleas por el mero hecho de curiosear, por pasarse un rato; pero también había personas comprometidas con la causa, que creían que aquella lucha era el camino para lograr un cambio. Tampoco puede obviarse que había personas que no compartían el espíritu del 15-M y lo desacreditaban, alegando que no sabían lo que querían o que eran reivindicaciones justas pero que no llegarían a lograrse. Bueno, entiendo ese tipo de posturas, pero pueden caer con argumentos muy simples, la chispa detonante del movimiento todavía debía de encauzarse mediante debates y trabajo continuo, las reivindicaciones claras y consensuadas no surgen de la noche a la mañana. Respecto a la imposibilidad de lograr un cambio, siempre he creído que el problema no es que no podamos cambiar las cosas, sino que nos han hecho creer que no pueden cambiarse, y eso es poco menos que reafirmar que en efecto no somos dueños de nuestra vida ni de nuestro porvenir.

Quizá la crítica más dura que pueda hacer del movimiento, en el que yo también estoy implicada, sea el carácter de la chispa detonante que le dio lugar. Se habla de malestar, de indignación y yo siempre he hablado de pérdida de privilegios y comodidades. Para parte de algunos sectores sociales, los más implicados en las diversas luchas, el 15-M se concebía como lo que llevaba mucho tiempo soñándose, el horizonte de un verdadero cambio. Sin embargo, para mi gusto, gran parte de la gente implicada en el 15-M no tenía una motivación plural sino particular; es decir, si se estaban moviendo eran porque veían como su calidad de vida estaba empeorando, como ya no podían aspirar a tener aquello que deseaban y que antes podían tener. Preocuparse por el propio futuro no es algo malo, pero la base de un movimiento social nunca puede ser el yo sino el nosotros. Esa inicial diferencia ha seguido arrastrándose hasta el momento actúal, donde dentro del 15-M hay una clara vertiente que quiere depurar el sistema y otra que lo que quiere es construir uno nuevo. Siento así la bases de lo que trataré en otra entrada, que ésta ya se está extendiendo demasiado.


29/11/11

Y todo vuelve...



Hoy, sin saber porqué, he sentido el impulso irrefrenable de volver a abrir este espacio. Si lo abandoné fue en parte por falta de tiempo y en mayor medida porque durante este tiempo me he dedicado activamente a lo que siempre he predicado, la lucha social en pos de que algo llegue a cambiar. Sin embargo, en todo este tiempo donde he dedicado mis esfuerzos a diversas causas, he echado de menos algo, y eso era la reflexión sobre la realidad. Leo la prensa todos los días, con el mayor espíritu crítico que me es posible, e intento no afanarme en perseguir ideas por su etiqueta ideológica, sino en tratar de construir mi propia identidad ideológica. Pero a pesar de ello, el camino hacia la construcción de la propia persona requiere mayores esfuerzos, una reflexión mucho más profunda que la puede hacerse en dos minutos. Creo que esa es la principal razón que me impulsa a volver a escribir, algo que no he hecho de manera seria en muchos meses. En este espacio he depositado muchas horas de mi tiempo y me ha reportado grandes beneficios, no sólo por la posibilidad de expresarme, sino por la de poder acercarme a las perspectivas de otras tantas personas que comparten sus espacios.

Por todo ello creo que necesito volver a desarrollar esa faceta mia de darle vueltas a todo, porque de nada sirve la lucha en la calle si en tu interior no hay una claridad, y sobre todo porque cuando uno se acerca tanto a un extremo ideológico corre el riesgo dejarse llevar hacia la radicalidad sin sopesar sus acciones.

8/3/11

8 DE MARZO: DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER


Un año más celebramos el día internacional de la mujer, ese día para conmemorar la lucha de tantas mujeres y no olvidar la transición hacia la igualdad en la que estamos inmersos.
Releyendo mi entrada del año anterior sobre el mismo tema, creo que podría valer para el actual, lo cual quiere decir que poco hemos avanzado en el camino, pero que la evolución es constante. Este año, marcado por la crisis, ha dejado a muchas mujeres en el paro y  a otras tantas en mitad del camino a causa de la violencia de género.
Pero hoy, en una fecha tan señalada y más propicia para celebrar que para apenarse, me gustaría hablar del movimiento feminista. Sobre el feminismo se ha hablado mucho y en ocasiones muy mal, desde aquellos que lo consideran un movimiento radical que propugna la superioridad de la mujer hasta los que creen que la discriminación positiva no es sino un obstáculo en el camino hacia la verdadera igualdad.
Es un tema espinoso, más cuando no podemos negar que aún quedan residuos del patriarcado en nuestra sociedad actual. Como distinción inicial es importante recordar que una cosa es el hembrismo y otra el feminismo, el primero aboga por la superioridad de la mujer mientras que el segundo persigue la igualdad real y efectiva. Sin embargo son términos que suelen confundirse a menudo, calificando todo manifestación feminista como muestra de hembrismo, lo cuál a mi juicio es muy desafortunado. Es esa confusión la que lleva a mirar el feminismo como una muestra de radicalidad, como si una mujer que expresa su deseo de tener los mismos derechos que el hombre y el mismo papel social fuera una persona irracional. Confusión llevada al extremo cuando algunos individuos tachan de lesbianas a las feministas, algo bastante frecuente en los sectores pepitas -de derechas, vaya-. También es frecuente el decir que las feministas son mujeres que desprecian a los hombres, que los maltratan y acusan de machistas; lo cuál tampoco creo que sea cierto y muestra de nuevo ese borde poco delineado entre el feminismo y el hembrismo.
No contentos con las descalificaciones personales, ello se extiende a las instituciones que realizan labores para lograr esa efectiva igualdad, como es el caso del Instituto Andaluz de la Mujer, del que he llegado a escuchar y leer que se subvenciona a una institución para manipular a la gente, que es dinero tirado, y un largo etc. Conozco el IAM porque he tenido que hacer este año un trabajo sobre el mismo, y lo cierto es que la labor que realizan es amplía y útil, alejada de esa estética de radicalidad y de universo donde los hombres son personas "non gratas".
Los hay también que dicen que fechas como estas son innecesarias, que esto del machismo, la represión y la desigualdad de la mujer no existe, que era en otros tiempos. Argumento que se desmonta sólo con mirar un poco la sociedad en la que vivimos, en la que muchas mujeres cobran menos, son asesinadas por sus parejas o sufren cualquier tipo de discriminación por el mero hecho de ser mujeres. Es obvio que la situación de la mujer no es la de hace 40 años, pero también que no es la que debería ser en una sociedad que se dice democrática e igualitaria.
Pero también hay personas que consideran que esa desigualdad existe, y que las medidas de discriminación positiva que se llevan a cabo no hacen sino ahondar más en la desigualdad. La discriminación positiva es la que ha logrado que personas con deficiencias puedan tener una mínima oportunidad de ser independientes laboralmente y en otros aspectos de su vida, ¿por qué no podría funcionar con las mujeres?. En todo caso son medidas que crisparán a aquellos que no sean partidarios de esa igualdad, o que crean (a mi juicio erróneamente) que son los hombres quienes se están viendo discriminados. El único punto en el que veo equiparación en la desiguadad -que no en la igualdad- es en el caso de la publicidad, donde para que no pueda decirse que la mujer es un objeto sexual se convierte al hombre igualmente en un objeto.
El camino de la igualdad ni es fácil ni se recorre en un instante, ojalá algun día podamos decir que un hombre es igual a una mujer y viceversa. Sin crispaciones ni insultos. Que nacer hombre o mujer no suponga ningún obstáculo para desempeñar un papel en la sociedad.




No podía elegir mejor día para volver a retomar la actividad en el blog.

4/2/11

Pasa poco para lo que tenía que pasar

En el último mes hemos sido testigos de diversos acontecimientos que sin duda tienen una gran transcendencia, y casi todos curiosamente, tienen que ver con la limitación de derechos.



    En primer lugar, aunque no tenga en sí tanta importancia, desde el 2 de Enero no puede fumarse en los bares, discotecas, parques y cercanías de hospitales. Una ley que los no-fumadores aplauden, ya que no se verán obligados a respirar una toxicidad de la que ellos no disfrutan. Como fumadora -y he de decir que aunque no lo fuera tendría la misma opinión- me parece algo excesiva la prohibición. Prohibir, esa palabra tan fea que algunos cambian por no permitir, no creo que pueda relacionarse nunca con libertad ni derecho. Se ha transformado la prohibición de fumar en el derecho de los no fumadores. Para mi la ley anterior estaba bien, había sitios donde se podía fumar y otros donde no, nadie obligaba a un no-fumador a acudir a un sitio donde había humo ni viceversa. Estoy de acuerdo en que alguien que no fume no tiene porqué respirar un humo que va a perjudicar su salud, pero por eso precisamente existían locales libres del mismo; al igual que un fumador podía ejercer su libertad de fumar dentro de otro local. Ahora somos fumadores coaccionados, hemos de salir fuera del local para poder fumar, sintiendo además una gran culpabilidad porque encima estamos dañando la salud de quienes nos rodean. Pero no es ese el quid de la cuestión, esta ley ha servido como cortina de humo en un momento en que se estaban planeando otras reformas legales de mayor calado.


    Ya he dado por hecho que si todo continúa así me jubilaré como muy pronto a los 67. La reforma de las pensiones, pactada entre los sindicatos y el Gobierno, no es tan mala como se planteó inicialmente -aquí me refiero antes del pacto entre ambos-, pero ni mucho menos se acerca a lo justo para nosotros. Es un hecho que la pirámide de población se está invirtiendo, que hay más ancianos que jóvenes y que estos últimos mayoritariamente están en paro. Era necesaria una reforma para poder sostener las pensiones, pero creo que la actual dista de ser adecuada. Tenemos que cotizar 38 años y medio para poder jubilarnos a los 65, de lo contrario nos jubilaremos con 67 o a los 65 perdiendo parte de la pensión. Para mi generación, la que sale de la Facultad con 23 o 25 años, que ha de estar años de becario y que sufre la precariedad laboral, es casi misión imposible llegar a 65 con dichos años cotizados. Cierto que la nueva reforma introduce aspectos positivos como la cotización de los becarios -que corre de su parte-, personas con hijos y trabajadores autónomos. Pero también hay un aspecto negativo, ya que se tomará en cuenta para el cómputo los últimos 25 años trabajados, lo cuál hará que las pensiones sean de menor cuantía puesto que en los primeros años de empleo el sueldo es más bajo. Además, a todo ello se suma que habrá un periodo de revisión cada cinco años, y es inevitable pensar que todo irá a peor. No hay dinero para proporcionar pensiones dignas, y ello nos convierte en esclavos del trabajo, más que nunca, ya no trabaja uno ni para vivir ni para acumular riqueza, ahora la meta es poder sobrevivir una vez no puedas trabajar.



    La Ley Sinde ha creado polémica en las últimas semanas, supone en apariencia que las páginas de descargas y visualización de series y películas pirata serán cerradas. Ojalá fuera ese el menor problema. No voy a entrar en el tema de la propiedad intelectual, simplemente considero que al precio que están los discos de música y las entradas para el cine, la mayor parte del dinero que ven entrar en sus bolsillos los artistas viene gracias a eso que ahora quieren prohibir. Descargas el disco pero vas a su concierto, si no puedes descargarlo ni comprarlo dudosamente irás a verlo en directo. A los únicos que perjudica es a quienes viven únicamente de su disco -leáse Ramoncín entre otros-. Pero creo que todo ello, ese estandarte de la propiedad intelectual, la imagen de los artistas llorando porque les están robando y la de los internautas sufriendo porque se restringen sus libertades, es sólo la parte externa de la polémica. De primeras, la Ley Sinde falla en su base jurídica, no sólo porque el cierre de webs es bastante arbitral, sino porque la descarga socialmente es considerada una conducta lícita, y una conducta lícita jamás puede tipificarse como ilícita. Es comparable a si hicieran punible el consumo de determinadas drogas como el alcohol o el tabaco, la sociedad considera el tomarlas como algo que puede ser perjudicial pero que no es delito, y por ello no puede prohibirse su consumo a menos que haya un cambio social. Pero lo más preocupante no es eso, sino la verdadera finalidad de la norma, que a mi parecer no es otra que censurar internet, comenzar a tomar el control de algo que puede ser utilizado por todos de diversas maneras. En las revueltas populares de Egipto ha tomado una gran importancia, en la organización de colectivos también, así como en la circulación de información alternativa o contrainformación -recordemos WikiLeaks-. Internet es un arma puesta al servicio de todos, porque es accesible a cualquiera, y está claro que no va a permitirse su uso libre cuando puede ser utilizada contra los Gobiernos.


Ante todas estas prohibiciones me remito al título de la entrada, pasa poco para lo que tenía que pasar. Claramente se recortan derechos, en lugar de crear libertades se crean prohibiciones. Pero es cierto que continúo viendo un poco más de movilización, aunque se apague en cuanto la ley ya no es portada de telediario. Siempre me he caracterizado por creer poco en la sociedad, la he tachado de conformista como poco, pero si no creo en la sociedad como motor no podré nunca creer en que las cosas mejoren. Creo que somos capaces de operar el cambio, si de verdad lo queremos y creemos en que el resto también puede conseguirlo. Ni soy político ni soy economista, no sé cómo podrían reformarse adecuadamente las pensiones, pero tengo claro que no me van a hacer creer que ese es el único modo. Respecto a la Ley Sinde, si no puedo compartir información y música a través de internet lo haré de forma personal, la cultura y la información es libre.
Lo único que le da validez a las normas es el respaldo social, que todos las cumplan. Una ley pierde su vigencia cuando la colectividad no la asume como tal...desobediencia civil.



Yo sigo de exámenes, si quiero jubilarme a los 65 tendré que terminar pronto la carrera :-)

23/1/11

El Flautista




Nos enseñaron a conformarnos con lo presente, a no anhelar lo imposible.
Que todo estaba hecho, que todo había sido conseguido.
Que sólo éramos un mero grano de arena en el desierto.
Los grandes cambios, los grandes avances, nunca han estado a nuestro alcance.
La historia es un libro cerrado, un capítulo atrás del que no formamos parte.

Y nos permiten soñar con una idea, preocuparnos por un guerra o llorar por una masacre.
Pero no nos dejan ser parte activa de la solución de un problema.
Estamos destinados a ser espectadores pasivos de la vida,
condenados, desde el graderío, a verlos jugar su partido...

Aceptamos que ellos lo harán mejor que nosotros,
les otorgamos nuestra confianza y nuestro futuro en los siguientes años.
Y al final, no nos sentimos parte de la elección.

Se asemejan a flautitas que encandilan con su mensaje.
Un "esto lo hago por tí" convertido en un "quién bien te quiere te hará llorar".
Y vienen los recortes y los pensionazos,
y con ellos la crispación, la desilusión y la desconfianza.
Y te continúan diciendo que esto funciona así, que es lo que hay.
Y claro que lo es, los beneficiados siempre son los mismos.
La crisis la originan unos y la pagan el resto.
 
Y al final de todo, resulta que tenemos un problema muy gordo.
Hemos dejado de creer en muchas cosas por el camino,
hemos visto al flautista convertirse en orco, y al orco en flautista,
hemos contemplado nuestra propia pasividad.
Pero algo bueno hemos sacado de ello,
somos más conscientes de la importancia de nuestros derechos.
 
 
No se trata de que gobernemos nosotros, sino de que gobiernen contando con nosotros.
 
 
 

17/1/11

Frases precarias


Dos personas se casan cuando ya no descubren nada nuevo en el día a día y necesitan crear la expectativa de la vida a largo plazo para volver a sentir algo.
Pd: sin ánimo de ofender a los casados/as.



Las personas son entes individuales que sólo ocasionalmente se unen para luchar por una causa común y pasan entonces a ser un ente abstracto.



"Quizá, como en tantas otras ocasiones, no estaría mal que volviéramos la vista hacia la naturaleza y aprendiéramos que es en la unión donde se encuentran las ventajas y fortalezas" Artículo del XL Semanal.


15/1/11

¿Hay vida antes de la muerte?



Soy esclavo de la rutina,
esclavo del trabajo,
esclavo del consumo,
esclavo de la tecnología,
esclavo de las normas,
esclavo de la moral,
esclavo de la moda.

Soy esclavo de lo que digo,
esclavo de lo que callo,
esclavo de lo que pienso,
esclavo de lo que siento.

Soy esclavo de la felicidad,
esclavo de la ilusión,
esclavo del amor,
esclavo de la comodidad.

Sólo soy libre cuando no me rebajo,
ni me censuro,
cuando dudo.

Soy libre cuando no tengo miedo a pensar,
ni a elegir,
ni a dudar.

Soy libre cuando vivo, esclavo cuando sobrevivo.




Cuanto más confortablemente se vive menos se reflexiona sobre el sentido de las cosas, los errores cometidos y lo que uno mismo es. En definitiva menos se piensa, ¿para qué es necesario pensar si la felicidad consiste en poseer? ¿para que ser pudiendo tener? En una sociedad en la que lo que se valora es el tener y no el ser, los individuos que se niegan a convertirse en máquinas de consumo son non gratos; elevados a la característica de locos que desprecian las comodidades de este siglo.

Dedicamos poco tiempo lo que somos y mucho a lo que tenemos. El vacío que sentimos no se colma con objetos, es como intentar llenar un vaso de agua agrietado. Y al final, uno termina preguntándose si hay vida antes de la muerte, si todo lo que se ha hecho antes de llegar a ese momento ha sido vivir, en la extensión de todo su concepto...Parecemos reducirnos a meros esclavos de nuestro entorno, incapaces de vivir sin aquello que precisamente nos limita. Hemos ganado en lo superfluo para perder en lo esencial.
Y sí, quizá seamos más felices que antes, pero no porque haya menos de lo que preocuparse sino porque hay más cosas con las que despreocuparse. Creemos ser afortunados, pero hay cosas que muchos no experimentarán cegados por su materialismo y conformismo; y no es otra cosa que la libertad. Yo no lo definiría como un concepto externo, que dependa del régimen político o del nivel de vida; creo que está en todos nosotros y que cada uno lo experimentará o creerá experimentarlo a su manera.
Para mí la libertad es un sentimiento que a veces te embarga y te  lleva a pensar que no importa lo que pase hoy o mañana, quién cargue contra tí o qué trate de coaccionarte, porque durante un breve instante estás firmemente convencido de que ese eres tú y nada de lo que pase a tu alrededor podrá destruirlo. No tienes miedo de lo que eres ni de lo que serás conforme el tiempo vaya pasando, no tienes miedo de dudar ni de ilusionarte. Puedes soñar sin importar el límite y puedes vivir sin importar lo que otros hagan para dañarte porque esa libertad nace de ti.
Y sólo bajo ese instante de libertad es cuando uno ve la vida como algo maravilloso de lo que disfrutar y aprender. Es cuando se muestra como una ilusión, como una oportunidad.


31/12/10

FELIZ AÑO


Aunque esté más perdida y no tenga mucho tiempo para pasarme por aquí, sigo estando presente en este pequeño espacio. Os deseo a todos un feliz 2011, en el que cada uno de vosotros continúe su particular lucha y de rienda suelta a sus ilusiones y proyectos.
No suelo hacer balance del año, aunque sea algo casi inevitable; prefiero mirar al futuro y pensar que venga lo que venga se superará con mayor o menor dificultad. Por eso, lo que espero de este año que entra no es otra cosa que seguir teniendo fuerzas para continuar viviendo. Frase última que casi parece algo mortecino, pero que es todo lo contrario. Porque vivir, con todas las letras, no es sólo permanecer y ver como los acontecimientos te tocan, sino ser parte de ellos. Vivir es luchar, es formar parte de lo bueno para disfrutarlo y de lo malo para mejorarlo. Y ello no resulta fácil, cuanto más tratas de cambiar lo que no te gusta, cuanto más te implicas en hacer del mundo que te rodea un lugar más justo, más obstáculos encuentras. La contracorriente cansa en determinados momentos, agota, preocupa e incluso puede llevar a la desilusión; pero merece la pena si uno cree realmente en ella. De nada sirve tener cerebro si no se tiene corazón, de nada sirve la vida si no es para vivirla.
Hoy me siento más cerca de la vida, es lo que puedo decir de este año, más cerca de lo que creo y siento, de lo que en el fondo soy. Hay quién dice que la vida es sólo un camino a recorrer para descubrirse a uno mismo, quién sabe...
Espero que este año sea bueno para todos vosotros, os deseo lo mejor.