26/2/10

Cadena Perpetua


En estos últimos meses se ha hablado mucho acerca de la cadena perpetua (a raíz del caso Marta del Castillo), e incluso han aparecido propuestas de cadena perpetua revisable. He de decir que no me sorprenden este tipo de propuestas.
Estamos acostumbrados a escuchar cosas como "Que se pudra en la carcel","Que pague por lo que ha hecho","Que lo encierren y no salga nunca". Usualmente se acompañan dichas expresiones de gestos de rabia y dolor. Es comprensible que la familia de aquella persona que ha sido asesinada, violada...(en definitiva que ha sido objeto de un delito) sienta rabia y desee que el daño sea reparado, que la persona sea encarcelada y sufra lo que su hijo/padre/hermano ha sufrido. Creo que todos sabemos ponernos en lugar de esos familiares y comprendemos su dolor. Pero hay una distancia muy grande entre ese dolor que sienten y el deseo de que el delincuente sufra. Quizás porque estudio Derecho y todo estos temas los hemos visto en clase, o quizás porque de ningún modo me gusta ver el sufrimiento de otra persona, sea quién sea y haga lo que haga; no comparto ese punto de vista. No creo que la solución para reparar el daño hecho sea hacer sufrir al delincuente, porque si esto fuera así sería tan fácil como lapidarlo o quemarlo, vulnerando todos sus derechos (que aunque sea un asesino, ladrón o violador los tiene) y practicando abiertamente "la vendetta". Nuestra Constitución regula este aspecto (así como el Código Penal) de un modo distinto, partiendo de la base de la reinserción y la resocialización; pero parece que esta idea no se corresponde con la que tiene la sociedad.
Creo que la concepción que se tiene socialmente de la carcel es absolutamente errónea, para muchos es un lugar donde arrojar a los delincuentes, un sub-mundo donde dejar que se pudran porque son "malos" y así no nos molestarán. Sin embargo la función primordial de la carcel es la de intentar resocializar a la persona, que salga de allí y tenga posibilidades de emprender de nuevo su vida, de encontrar un trabajo. Es algo conocido que esto no suele ser así, cuando la persona sale se encuentra con que su familia no quiere trato con él y con que le es imposible encontrar un empleo, de modo que en muchos casos no es posible su resocialización. Pero aquí hablo más bien de lo que la sociedad quiere de un delincuente y de lo que esperan que ocurra con ellos, porque de poco sirve que la Constitución recoga que la carcel es una institución resocializadora cuando nosotros no creemos en dicha función.
Nosotros esperamos que sufra, que pague por ello y si es necesario que pase toda su vida en prisión, porque es una persona "non grata". Pero me atrevería a decir que es más un sentimiento de miedo (exacerbado por los medios de comunicación) que de otra cosa. Creemos que existen miles de asesinos sueltos y decenas de violadores; cuando lo cierto es que en la práctica la mayoría de delitos cometidos son hurtos y robos, al año hay pocos juicios por asesinato y violaciones en comparación con otros delitos. Y sin embargo parece que estamos rodeados de ellos. Es evidente que esa creencia conduce, aparte de a permitir que el Estado nos acorrale poco a poco con normas más restictivas para crear una falsa seguridad, a que propuestas como la cadena perpetua llegan a plantearse. ¿Acaso vamos a estar más seguros si los delincuentes no salen jamás de prisión? Yo creo que no, ya lo comenté en una entrada anterior (referente a la película "La naranja mecánica"), porque el mal está en la sociedad. Encerrarlos a perpetuidad sólo va a suponer una forma de "vendetta", una acción incivilizada por parte de individuos atemorizados.
Pedir que alguien piense en lo que esa persona (el delincuente) va a sentir es pedir demasiado para muchos. Igual que hemos de saber ponernos en lugar de la víctima también hemos de saber ponernos en el lugar del delincuente. Creo que todo el mundo tiene derecho a una vida digna, incluso si tienen que estar en prisión como consecuencia de los hechos que cometan, y esa dignidad implica que no se los puede encerrar de por vida. ¿Cómo sería que te encerraran entre cuatro paredes para el resto de tus días? Es una muerte en vida, no tendrías la esperanza de salir, ni de vivir; no tendrías ningua ilusión, ninguna motivación. Claramente contrario a los ideales de resocialización.
También hay que mencionar que la cadena perpetua es el primer paso hacia la pena de muerte, es una conclusión lógica que no hay dinero para mantener a tanta gente en las cárceles y que en cualquier momento decidirían tomar la solución fácil. Y todo esto sin tener en cuenta que la máxima pena de prisión en España es de 40 años, lo que prácticamente supone una cadena perpetua aunque no se califique como tal. Otro tema es el del cumplimiento íntegro de las penas, que si puedo comentaré en otra entrada. 
En cuanto a la cadena perpetua revisable, creo que es una propuesta cobarde, igual que la de la cadena perpetua usual. Es una manera de añadir un adjetivo a la misma cuestión para que suene más racional. Quizás debamos pensar también en el delincuente, porque su vida, le pese a quién le pese, vale lo mismo que la nuestra, y no debe convertirse en un mero instrumento. No debe permitirse que el Estado utilice a los delincuentes para atemorizar y acorralar a la población, imponiéndoles penas que no son justas para que todos creamos vivir felices y seguros; y de este modo ellos se lleven los votos al bolsillo.
No caigamos en la barbaridad, una cosa es pedir justicia y otra muy distinta clamar venganza.

19/2/10

ALELUYA


Por fin termina esta temporada estresante de exámenes (aunque me quede uno que hacer en marzo, está muy lejano). Se acabaron los días de mirar el calendario y contabilizar las hojas de estudio por día para luego descubrir que da igual la cantidad de materia que entre porque nunca vas a llegar a estudiártelo todo.
Ahora podré ir despejando poco a poco mi mente, porque en estos instantes (hace como dos horas que salí del último examen, que era economía -para mayor desgracia-) no soy capaz de escribir muchas líneas coherentes. No he tenido tiempo de salir, de desestresarme, ni siquiera de reflexionar o pensar sobre nada. De modo que ahora tengo muchas historias en mi cabeza que poco a poco irán saliendo.
Lo cierto es que lo único, aparte de estudiar, que he hecho en este mes y medio, ha sido leer.  Soy incapaz de acostarme sin haber leído ni una línea, por muy cansada que esté. Leer siempre me hace reflexionar, cualquier libro (sea el que sea) deja una idea en mí. Por fin terminé de leer "Por quién doblan las campanas", y me gustó mucho, sobre todo el final. Pero la idea esencial reside en las frases de introducción de John Donne (que copio aquí y que comenté en una entrada anterior):

"Nadie es una isla, completo en sí mismo; cada hombre es un pedazo del continente, una parte de la tierra; si el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa queda disminuida, al igual que si fuera un promontorio, o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia; la muerte de cualquier hombre me disminuye, porque estoy ligado a la humanidad; y por consiguiente, nunca hagas preguntar por quién doblan las campanas; doblan por ti"


Leer el final y a continuación esas frases me hizo llorar, y la verdad es que hay pocas palabras que me hayan emocionado de tal modo.Quedó en mí la idea de uno es lo que haga por otros, la lucha que emprenda por defender lo que sienta. Que uno llega a conocerse sólo en el instante en que es consciente de lo que está dispuesto a hacer por los demás. Es una idea maravillosa y creo que el libro la va dejando latir a lo largo de todas las páginas, pero sólo al final sale a la luz. Me hizo pensar que no hay nada que merezca más la pena que luchar por la libertad de otros y por la justicia; de nada sirve pasar por el mundo si no eres capaz de hacer nada por mejorarlo. No se trata de grandes nombres ni enormes hazañas, simplemente es saber que puedes hacer algo que ayude a otro, y que el valor de lo que hagas será tu valor como persona.
Sería como extender tu mano y que otro la cogiera, alguien que no conoces, que no tiene que ver nada contigo. Alguien que simplemente te tiende su mano porque compartes el mundo con él, porque no piensa dejarte desamparado mientras otros miran al suelo.
Creo que sería hermoso que alguien hiciera algo por tí sin conocerte, creo que es hermoso hacer algo por quién no conoces.

Echaba de menos pasar por el blog y leeros, creo que cada una de las personas que he conocido aquí merece la pena realmente, porque sabe sentir el dolor de otros y tender su mano de una forma u otra.