15/7/10

Se apagó la llama



Y mira que en principio iba a comenzar hablando de un tema relajado, pero al final no he podido frenar mi impulso de hablar sobre la situación política. En estos meses que he estado estudiando la sincera verdad es que he atendido poco a lo que pasaba en el mundo, bastante presión y agobio me dominaban como para ver en los telediarios más batallas campales ZP-Rajoy. Pero claro, al volver de nuevo a la realidad la politíca me ha salpicado de lleno.

Por problemática política hasta el Mundial la ha tenido. Por un lado indignados ciudadanos quejándose en los mensajes de Veo7 e Intereconomía sobre la denominación de "La Roja", para ellos es todo un insulto que la selección haya sido bautizada con este nombre; quizá hubieran preferido algo como "La Azul". Olvidan el pequeño detalle de que importa poco el nombre y de que este desde luego si hace alusión a algo es al color de la camiseta y no a ideas políticas de ningún tipo. Por otro lado los tertulianos en las mismas cadenas rajando sobre el tema Zapatero-Selección, porque según ellos este quería anotarse el tanto del triunfo en el Mundial (??) A esto ya no le encuentro explicación posible, imagino que semejantes debates los harían cuando aún estaban de resaca por las celebraciones.

Curioso que estas cadenas sean las únicas preocupadas por semejantes asuntos (por no decir que en el resto esto siquiera se ha escuchado), bien porque son las únicas que tratan los temas que les interesan a los ciudadanos (esto es sacado de su eslogan), pero más bien porque siendo una cadena "monotema" (anti-ZP y anti-rojos) con cualquier pequeñez tendrán que rellenar su programación. Pensado fríamente estas cadenas tienen un gran mérito, no es fácil emitir 24 horas de programación hablando siempre de lo mismo y encima tener una buena audiencia. Aunque no le quitemos importancia a su mayor hazaña, lograr que miles de personas se sientan insultadas cuando las sintonizan; como es el caso del colectivo homosexual, con el que suelen cebarse. De hecho hace poco multaron a Intereconomía debido a un anuncio que emitieron sobre el Día del Orgullo Gay.

Con la culminación del Mundial, y pasadas las celebraciones, parece que somos un poco más conscientes de lo que ocurre alrededor y las aguas políticas han vuelto a agitarse. El tema del aborto se ha suavizado un poco, el del Estatuto Catalán esté en pleno apogeo y el duelo ZP-Rajoy ayer llegó a esferas aún más altas en el Debate de la Nación. La verdad que no tengo interés en comentar todos estos temas, e imagino que todos ya estaréis saturados de información sobre ellos.

Pero a nivel general puedo decir que estoy decepcionada con la política porque sigo viendo el interés de los políticos pero no el nuestro. Porque decimos preocuparnos por la política, pero si nos importara realmente nos implicaríamos en ella para intentar cambiarla. Porque no hay libertad de expresión sino libertad de insulto. Porque en lugar de permitir, prohibimos cada vez más conductas.

En mi casa son muy aficionados a ver "Cuéntame" y me llamó mucho la atención de esta serie el hecho de que había gente que temía el cambio, pero también existía mucha otra que luchaba por él. En determinados momentos de nuestra historia el pueblo fue consciente no sólo de su poder sino de su legitimación; fue consciente del papel que representaba y luchó por poder ejercer sus derechos. Hoy en día parece que temamos el cambio, ya sea a peor o a mejor; o quizá es que consideramos que no queda nada por hacer. Tampoco somos conscientes de nuestros derechos, sabemos que los poseemos y los utilizamos pero no los valoramos. ¿De qué sirve tener un derecho si su valor para nosotros es nulo?

Puede que realmente hayamos sufrido una involución social y política, que no estemos preparados para la democracia. Es obvio que actualmente algo está fallando, el cuerpo político no es coherente; y creo que el fallo somos nosotros y no nuestros representantes. Nosotros que no éramos conscientes de lo que teníamos, ni nos hemos esforzado por mantenerlo y que ahora lloramos cuando comienza a perderse. El espíritu democrático lo hemos dejado marchitar con nuestro conformismo y nuestra actitud despreocupada. Hemos apagado esa llama de cambio que un día se encendió.


Me marcho en poco tiempo de vacaciones, así que este espacio estará un poco menos activo. Procuraré visitarlo todo lo que pueda.
¡Que paséis unas buenas vacaciones!

7 comentarios:

Felipe Medina dijo...

Como dices es la ciudadanía la que se encuentra en desafección con los representantes políticos.Sin embargo,deben saber todos los ciudadanos que debemos estar alerta para preservar con todas nuestras fuerzas los avances democráticos.

Nadie,nadie nos ha regalado nada y nadie,nadie nos los seguirá regalando.

Es problema de conciencia ciudadana de no dar tregua en los recortes de derechos sociales que tanto costó su conquista

Saludos y buenas vacaciones

severino el sordo dijo...

Lo que pasa es que nos han comprado con pequeñas comodidades,no son esos tiempos llenos de carencias en los cuales solo quedaba la calle para vivir,una cosa vigila lo que contemplas en la caja boba algunas cosas tienen contraindicaciones y no son buenas para la perfecta salud mental,saludos y disfruta del verano.

An Wild dijo...

"Pero a nivel general puedo decir que estoy decepcionada con la política..."

Pasará mucho, mucho tiempo antes de que la política no nos decepcione (si es que ese momento decide llegar...)

Yo quiero encender la llama..

Isabel Barceló Chico dijo...

"Quizá no estamos preparados para la democracia", dices en un punto de tu artículo. ¿Cómo nos preparamos para vivir, sino viviendo, o como aprendemos a ser padres sino viviendo esa experiencia? Para aprender a vivir en democracia necesitábamos tener una democracia, no hay otro camino. Ciertamente el espíritu de la transición se ha debilitado mucho, en parte, creo yo, porque las generaciones más jóvenes no han conocido el régimen político anterior. Sólo pueden criticar éste, sentir y experimentar los defectos y carencias de éste. Muchos de quienes hemos vivido la dictadura deseabamos fervientemente tener derechos y ejercerlos, nos sentíamos muy implicados en su consecución y aún lo estamos en su conservación.
Hay un aspecto que con frecuencia olvidamos cuando analizamos la situación, y es que el capitalismo salvaje pretende hacer de nosotros CONSUMIDORES y no CIUDADANOS, de ahí que vuelquen todos sus esfuerzos (y son innumerables y abrumadores)en aislarnos, hacernos acríticos, crear tantos malestares como sean necesarios para poder vendernos su remedio (sean antidepresivos, maquinitas, viajes al Caribe o la biblia en verso). Quiero decir, Lía, que hoy el ciudadano consciente y comprometido está nadando contracorriente... y la corriente es bestial.

En fin, no nos desanimemos para no hacerles un favor. Cada uno de nosotros podemos hacer algo positivo, al menos en lo referente a nuestros hijos, educarlos en valores democráticos, enseñarles a pensar, a pensar en los demás, a desvelar las máscaras sucesivas bajo las que se ocultan los mismos intereses de siempre.

Me ha encantado conocer tu blog, máxime porque creo que estamos en un proyecto común. Que disfrutes de las vacaciones y el verano. Un cordial saludo.

Lia dijo...

Wenas!!

FELIPE: en determinados círculos sociales esa alerta es permanente, se lucha día a día por evitar que lo conseguido se extinga. Pero en otros, especialmente ocurre con la juventud, no se es consciente del valor que tienen esos derechos, del esfuerzo que supuso el obtenerlos. Un problema más de educación.

SEVERINO: es consustancial al hombre preocuparse sólo cuando los asuntos le tocan de manera directa. Tendremos que esperar a que la situación se agrave para que la gran mayoría de la población haga algo al respecto.

DORIAN: comparto tu turbia percepción del futuro. La mayor decepción que siento respecto a la política es el hecho de que no es tan transparente ni desinteresada como debería. Yo también quiero encender esa llama.

ISABEL: comparto tu opinión, ese espirítu se ha debilitado porque nuestra generación no conoció lo anterior. Ciertamente esta es una sociedad de consumo y bienestar, lo que hace difícil ver los problemas sociales. El individualismo también está debilitando ese espíritu, no hay una concepción global de humanidad y las verdaderas luchas han de ser globales. La esperanza aparece cuando encuentras a personas que tampoco están satisfechas con el rumbo que seguimos, hemos de ser positivos.
Efectivamente estamos en un proyecto común.

Gracias a los cuatro por vuestros comentarios!! Espero que si estáis de vacaciones lo estéis pasando bien, y si no que pronto podáis disfrutar del tiempo libre.
Saludos!!

Duende Crítico dijo...

Comparto al 100% tus palabras. El peligro es que nuestra democracia se convierta en una partitocracia en la que sólo se tengan en cuenta los intereses de la clase política. Hay que tener mucho cuidado.

Un abrazo.

Lia dijo...

Wenas!!

DUENDE CRÍTICO: yo siento que esto es efectivamente una partitocracia, todo nuestro sistema político gira en torno a los partidos. Los ciudadanos nos relegamos a un segundo plano sólo exigiendo participación en situaciones extremas.

Gracias por tu comentario!! Un saludo y que pases unas buenas vacaciones.