15/9/09

De vuelta

De doble vuelta, en cuerpo y alma, sería mejor decir. De cuerpo porque ya no estoy perdida en un pueblecillo costero que sólo se compone de un paseo marítimo y tres hileras de bloques y de alma porque creo que he renacido cual ave fénix.
Siempre hay momentos en mi vida en los que me estanco. Me levanto una mañana en perfecta armonía, el cielo precioso, el viento precioso, la gente preciosa y de repente, sin causa aparente o por una pequeña detonación estalla el “boom de frustración”. El cielo se me cae encima, las lágrimas se desbordan y pienso: ¿Quién soy? No soy nada, no seré nada.
Me ha pasado, me pasa y me volverá a pasar. Hace unas tres semanas ese “boom” estalló, sin previo aviso, por una discusión con mis padres. Fue como un tornado que arrasara con todo a su paso, así me sentí, desolada. Un tornado que logró sacar a flote todo lo que llevaba años escondiendo. Recuerdo que llegue a plantearme si podría vivir con ese dolor si no conseguía enterrarlo. Curiosa pregunta la que me hice. Llegue a pensar que estaba en un punto sin retorno, no podía volver a atrás para arreglar las cosas y no podía avanzar para dejar pasar lo malo. Es algo muy difícil de explicar, pero supongo que a todos os habrá pasado alguna vez. Es esa sensación de vacío, de no saber que va a pasar mañana, de no saber si serás capaz de salir del hoyo o de si saldrás bien parado. Cuando sólo deseas que el tiempo se pare, para siempre, para no seguir avanzando. En ese momento yo desenterré muchas viejas sensaciones, que me hicieron llorar, más que eso, me hicieron darme cuenta de que la felicidad sólo depende de nosotros mismos, no de lo que nos rodea.
Me acosté con esa pregunta en mi mente, ¿qué haré si no logro volver a enterrar este dolor? Me veía en un pozo negro, como me había visto en un determinado momento de mi infancia. Un pozo del que por aquel entonces me costó años salir. Temía volver a sentir ese dolor, que todo lo que había construido en los últimos años se derrumbara por una simple palabra o discusión. Sólo veía preocupación, por el presente por el futuro…Y cuando desperté a la mañana siguiente me respondí yo misma la pregunta: si te preocupas por todo terminarás muriéndote de preocupación. Así de simple, nada de la vida es demasiado bonita para vivir amargada, no, más simple: sigue andando. Qué más da que te hayas caído o que te hayan tirado, el camino es demasiado corto como para pararse. ¡Sigue andando!
Y así salí del pozo, tan rápido como entré. Seguí andando y me dije: ya se arreglará. ¿Se arregló o no? Lo cierto es que los viejos horrores siguen a flote, pero ya no me preocupan, sinceramente, mi vida es demasiado corta para preocuparme por ello, sólo sé que seguí andando y que hasta aquí he llegado. Sé que me quedan miles de cosas por hacer, por sentir, por vivir; buenas o malas no es lo importante.
Sé que lloré y que eso me hizo darme cuenta de que hay cientos de cosas por las que reír. Que le vamos a hacer, soy irrealista, soñadora, inconformista, soy utópica…

Siento no haberme despido de vosotros cuando me fui de vacaciones, pero nunca digo adiós, siempre digo hasta luego. Estaba convencida de que volveríamos a cruzarnos en el camino...
Espero que hayáis pasado todos unas buenas vacaciones y que tengáis las energías renovadas, este otoño nos toca seguir luchando a todos: los estudiantes, porque parece que el Plan Bolonia va a seguir adelante, los parados porque parece que la situación no se arregla, los paranoicos porque la Gripe A nos amenaza...
Pero no hay que alarmarse, todo se arregla . Os dejo aquí una canción que me encanta y que seguro que os da fuerzas:

8 comentarios:

Felipe Medina dijo...

Es un hasta luego que nos reune en una bienvenida.
La existencia no es fácil y,a menudo,nos pone a prueba y nos hace saltar vallas para las que,quizás,no estemos preparados.

Lo que es importante es seguir los dictados del corazón aunque la razón nos quiera impedir el trasiego.

Un beso de hastaluegobienvenida

Naveganterojo dijo...

Querida amiga, que entrada mas profunda y al mismo tiempo conocida por muchas personas.
No tengas miedos a tropezar, simplemente levantate y sigue caminando, no te asustes del pasado pues siempre estara ahi, simplemente mira adelante y no gires la cabeza hacia atras, pues el camino recorrido no tiene meta, simplemente ha desaparecido y jamas se puede volver a recorrer.
No se si me he explicado bien,(a veces me embarro en estos caminos filosoficos).
Lo realmente importante es que estas aqui, has vuelto y tus amigos te lo agradecemos.
Un abrazo

Naveganterojo dijo...

Jolin, que bien lo ha explicado nuestro amigo Felipe, y yo dandole vueltas a la tortilla,je,je.
Un abrazo para los dos

severino el sordo dijo...

Bienvenida de nuevo lo importante no es acertar o equivocarse sino hacerlo uno mismo y sea el resultado que sea tirar palante,lo sucedido ya paso y ahi se queda,hay que buscar lo siguiente con la enseñanza de lo anterior ¡¡¡¡alto severino que te pasa como a navegante¡¡¡¡saludos y a seguir siendo tu.

Eleuteria Niemand. dijo...

Qué bien me ha sentado leerte, Lia, :).
Yo particularmente prefiero basarme en el presente: no me arrepiento del pasado y no me planteo nada sobre el futuro porque luego se rompe. Me limito a caminar mirando al suelo y hacia a los lados por si vienen coches, no adelante para no saber con quien me encuentro ni para atrás para ver quien me sigue.
Me ha pasado algo parecido, x) y ahora que tenía ganas de empezar septiembre con ganas todo se está torciendo. Creo que hay cosas que por más que nos pasen no vamos a cambiar, yo además de soñadora, irrealista, inconformista soy ilusa... Y es algo inevitable.
Un beso y espero seguir leyendote, yo tengo nuevo blog.

Lia dijo...

Wenas!!
FELIPE: pues sí, a veces nos encontramos con pruebas dificíles de superar y estoy contigo en que lo importante es hacer lo que sientes. Cada obstáculo que superas te prepara para saltar el siguiente, hay que estar dispuesto a saltarlos y no esperar a que mejore el día.
NAVEGANTE: yo creo que te he entendido, no sirve de nada mirar al pasado cuando puedes vivir un presente maravilloso. Preocuparse por algo que ha quedado atrás supone desperdiciar muchos momentos del presente.
SEVERINO: estoy de acuerdo contigo, lo importante es tomar tú la decisión y seguir adelante. Estancarse sólo sirve para no poder ver nada más que el problema y de ese modo no puedes aprender de la experiencia.
ELENA: yo es que no puedo evitar plantear mi futuro, siempre me encuentro imaginándome cosas que me gustarían que pasaran, soy así. Aunque hay cosas que no podemos cambiar y que nos han de pasar sí que podemos variar el modo de sentirlas o de afrontarlas. No dejes que se te tuerza el mes, si la vida te da la espalda ¡tócale el culo!. Me pasaré por tu nuevo blog.

Gracias a los cuatro por vuestros comentarios, que paséis un buen día.
Saludos!!

Rubén dijo...

Buenas Lia. Me alegro mucho de tu retorno y de que tu verano haya sido fructífero en el enriquecimiento de tu espíritu.
Reencontrarse con uno mismo no es nada malo, al contrario, enfrentar a tus fantasmas, plantarles cara y salir airosa, sabiendo que vana convivir contigo siempre, es la batalla ganada más importante. Eso creo yo.
Un abrazo (a mi me gustan los abrazos además de los hastaluegos)

Lia dijo...

Wenas!!Gracias por tu comentario Rubén, espero que tú también hayas pasado un verano fructífero.
Saludos!!