Parece que la Navidad ha perdido todo su sentido. No hablo de ese sentido religioso, aunque en el fondo ese es su origen. Me refiero al sentido familiar, que ha quedado difuminado detrás del velo del consumismo. Esta época se ha convertido en la ocasión perfecta de los centros comerciales, restaurantes, discotecas... todos hacen su "agosto" en estas fechas.
Un mes antes de que empiece la Navidad nos bombardean con anuncios de juguetes, mazapanes, decoración navideña y luces horteras. Todo esto para que pasemos por El Corte Inglés y nos dejemos allí el suelo del mes.
Por si fuera poco, a los niños ya nos les basta con los Reyes Magos, ahora también hay Papa Noel (otra estratagema de las grandes superficies). Se ven más personas vestidas de este personaje que de Reyes Magos. Por no hablar de los Papa Noeles trepadores que hay en todas las ventanas y balcones, ya que nos gastamos dinero para que todo el mundo aprecie nuestro gusto decorativo por lo menos abanderemos nuestra cultura y pongamos Reyes Magos.
Me parece bien que la gente decore su casa en estas fechas, pero que decore SU CASA y no el exterior, que andas por la calle y parece que estas en la Ferie de tantas luces como hay.
En fin, que la Navidad se ha convertido en una época "divine", es decir, comprar, salir de fiesta, comprar, emborracharse, comprar. Nos empeñamos en empezar el año gastando y emborrachándonos, cuando lo verdaderamente importante es estar con tu familia y recordar que sólo ellos van a aguantarte de por vida (ya se sabe que los amigos y los novios pueden abandonarte).
Pero si el dedo acusador de Papa Noel te obliga a comprar no te sientas culpable, al menos podrás mostrar a tus conocidos tu gran espíritu navideño...8-).
No hay comentarios:
Publicar un comentario