Un poco de Optimismo

Yo, tan acostumbradamente pesimista en torno a esta sociedad, hoy escribiré algo optimista. El 2009 está a la vuelta de la esquina, es buen momento para recapacitar. Se suele decir Año nuevo vida nueva, no se si será así, pero cuando llegan estas fechas sí suelo pensar en todo lo que me ha ocurrido a lo largo del año.

La verdad es que me quedo con todo, lo bueno y lo malo. He vivido muchas experiencias este año: bachiller, selectividad (puff, que recuerdos), mi nueva vida universitaria, mi primer trabajo de verano, mi enamoramiento de un tío de la edad de mi padre (jajaja, bueno en realidad fueron 2, el filosófo y un veraneante),mi aprobado (por los pelos) del teórico, el cumplir los 18, la primera vez que enseñas el carnet con orgullo (jajaja, y elegancia),mis escapadas al Albaycin, y sobre todo mis tardes con las Yizas. Y es que haciendo balance, lo mejor del año habéis sido vosotras dos.

El año nuevo es el momento para hacer balance, para ponerte una meta, pero no lo típico de: voy a dejar de fumar, voy a perder 10 kilos...un AÑO da para mucho más que eso, para ver tus errores y tus aciertos. Pero sobre todo para acercarte a tu meta, sea la que sea, y yo creo que he andado camino, poco pero sólido. Este año quiero comenzarlo pensando en el mañana, no quiero desviarme del camino que YO me he marcado, no quiero que otros intenten desviarme. Porque así es la vida, a lo largo de ella te vas alejando de lo que algún día quisistes ser, por tu trabajo, tus obligaciones, la gente de tu alrededor, etc. Al final llegas a un punto sin retorno, donde has perdido la ilusión por vivir, donde has perdido tus ilusiones. Mi profesor de la Facultad nos dijo hace días: ¿Si no sois utópicos ahora cuando lo seréis? Y es cierto, AHORA es el momento de luchar por lo que queremos ser y por el mundo en el que vivimos, el momento de cambiarlo todo.

Vuelvo un poco a mi pesimismo social, si el mundo de alrededor es una mierda hay que luchar para cambiarlo, no esperar a mañana o a cuando tengamos 30 años, porque entonces no haremos nada. Es una meta muy alta, pero grano a grano se hace una duna.

Mi meta en la vida, por lo menos a día de hoy, es alejarme de la sociedad "happy". ¿Quienes son los happys? Pues aquellos que se dejan arrastrar por la marea humana, que tienen todo lo que quieren de papá y mamá, que aspiran a una casa, un coche y un trabajo bien pagado, y que sólo se preocupan de sí mismos y de los de su especie (entiéndase otros "happys"). No quiero llegar a ser una de ellos, no quiero que el dinero me envenene, ambiciar el poder del super estatus social. Prefiero ser yo, tal y como soy, peor o mejor; un fajo de billetes no me va a dar más felicidad o más educación.

Dicho esto os deseo Feliz Año 2009